Paseo de los Heroes, escultura de Cuautemoc.

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Avenida de los Heroes y "La Bola" en el CECUT.

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El obnimax en el CECUT

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Geometria Funcional

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Abraham Lincoln en Tijuana

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Las Torres Tijuana

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Minarete y Torres al fondo

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Minarete Morisco

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Bandera Monumental

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Jai Alai Tijuana

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El Planeta Pierde un Trozo Mas de Vida

Escribo hoy con gran tristeza y frustración ante el fallo devastador del congreso norteamericano hacia el inicio de explotación de crudo en el norte de Alaska. Es infame la idea de que una reserva natural tan valiosa y tan vasta pueda ser sacrificada por una causa tan vanal y tan vil, como es el lucro de este recurso que no ha hecho mas que destruir el balance preciado de nuestra admosfera y el cual ha propiciado tanta discordia y violencia entre los pueblos de este mundo. Fueron muchos los años de trabajo hacia la legislacion de proteccion ambiental y arduos los esfuerzos para proteger una región natural tan valiosa para el bienestar del planeta, y la cual en algún momento se considero ilusamente protegida en perpetuidad, para que el dia de hoy sea arrebatada por un ser tan despreciable como lo es el dirigente de esta nación, a quien no merece la pena nombrar. Se asevera que el daño ambiental en la región causado por este acto de egoismo e irresponsabilidad no será significante considerando las tecnicas nuevas de perforación del subsuelo, cuando perfectamente se conoce el daño irreparable que los hidrocarburos generan en el medio ambiente. Una ruptura en la capa de ozono de un tamaño comparable a el de este gigantesco pais no ha sido razón suficiente para recapacitar ante el grado de degradación ambiental, ni tampoco el riezgo evidente de destrucción que representa sobre la biodiversidad y ecologia de nuestra madre tierra. ¿Que es lo que se considera progreso cuando se pone en peligro el sitio mismo que nos alberga de la inmensidad y desolación del universo, en este oasis preciado de nuestra tierra, en el que por benevolencia divina nos toco vivir? La carrera economica en la que esta civilización retrograda se ha enrrolado, ha desvalorizado el significado primordial de nuestra existencia, situando las prioridades materiales sobre cualquier otra cosa, aún cuando la ciencia nos hecho descubrir que la burbuja flotante de vida en la que nos hayamos es fragil e irreparable. "La humanidad" se ha esforzado tanto en crear su propio mundo artificial y ajeno a lo natural, que hoy en dia el hombre vive desentendido y desarraigado, ensimismado en su propia esfera aislada de vanalidad e indiferencia. El hombre primitivo asi como los grupos aborigenes que aún coexisten con su entorno natural en regiones remotas, han venerado la bondad y magnificencia de la naturaleza, dando y reciviendo reciprocamente en un ciclo divino de beneficio, tal y como lo hacen las especies animales y vegetales que desde tiempos immemoriables celebran el privilegio de la vida en sus muy diversos y complejos mecanismos. ¿Que tan desviado estará el rumbo de esta cultura postmoderna, cuando se considera progreso el agotar y destruir el unico lugar que nos salva del vacio indescriptible de la nada.

Camino a las Nubes

El clima perfecto y el paisaje paradisiaco de esta tierra nueva donde vivo me facilita recordar lo maravilloso que és estar vivo y ser capaz de percibir lo divino, inundando mis pulmones del aire claro de este mundo. Las llúvias torrenciales que súbitamente nos azotan desde hace algunas semanas, ahora recompenzan con verdor y exuberáncia natural, retornando el frescor a todo lo que el verano consumió en la inclemencia de la sequía.

Aún desconosco la forma en que el ciclo de estaciones se manifiesta por estos rincones sur californianos, así que cada cambio admosférico me asombra y me sorprende cada vez un poco más. Seis años de estancia en Nueva Inglaterra instauró en mi reloj biológico el ciclo de su clima de contrastes, y la rudeza sus inviernos mantubo mis sentidos en un estado aletargado por mucho tiempo, ahora este ambiente paradisiaco empieza a despertar sentidos antes dormidos.

En las laderas y valles que resbalan desde las sierras costeras, la paz se instaura difundiéndose en su medio celestial, y en su admósfera violacea en el atardecer luminiscente. Las nubes conglomeradas se postran sobre la cornisa de la montaña, y el cielo azul cobalto se difumina en degradaciones cromáticas en la esfera que se funde con el mar en el horizonte.

Los huertos cítricos enfilados cobijan las colinas con su manto frutal, ondulando su verdor fosforecente contrastando contra el muro azul del oceano texturizado por el ritmo de sus olas a la distancia. Las islas surgen desde el fondo brumoso de una nube plana, absorbiendo el resplandor anaranjado de la burbuja solar, que se sumerge en su guarida acuática junto con las ballenas que surcan la superficie lisa del mar.

Mientras tanto, arriba serpenteando en las carreteras sobre el monte, observo junto a mi hija el paisaje casi surrealista, y compartimos el asombro al mirar el mundo exquisito bajo nuestros ojos.

Abajo el mundo humano se refugia en las planicies que encaran las playas suaves, cubiertas de estructuras navales e hileras de muelles equidistantes. Lo irregular del paisaje natural, contrasta con lo prefabricado y artificial de los poblados y artérias que se extienden como tableros gigantes con simetría perfecta. La luz decrece, y el color se disuelve dejando el mundo en una admosfera vaporosa, extinguiéndose en la oscuridad profunda de la noche.

Cerca de las nubes sobre la montaña aspiro el aire tibio mesclado con mar, y me alegro de ser tan afortunado de vivir, entre esta línea estrecha entre la tierra y el paraiso.